Los hábitos y las rutinas aportan un mecanismo muy importante de constancia y regularidad y, por eso son fundamentales tanto para la vida familiar como para la escolar. Son los patrones de conducta, los comportamientos repetidos que cada familia establece y realiza en su vida diaria.
La importancia de los hábitos y las rutinas para los niños.
La formación de hábitos y rutinas ayuda a:
1. Los niños a tener mayor seguridad, porque saben que después de hacer algo viene otra cosa, lo que les da seguridad, previsión y tranquilidad.
2. Construir un ambiente afectivo y seguro, brindando más confianza en ellos mismos.
3. Organizar la casa, en la cual todos tienen una tarea que deben cumplir.
4. Que los niños sean más autónomos, cuando adquieren un hábito, lo pueden incorporar a cualquier momento de su vida, lo que les ayuda a saber mejor cómo enfrentarse a su cotidianidad, sin ayuda externa y de manera más independiente.
5. Enseñar valores, le enseñamos a ser responsables, comprometidos, constantes y apreciamos lo que tenemos.
Qué hábitos familiares son necesarios en casa
Los hábitos y las rutinas ayudan a que la convivencia en casa sea más sencilla y agradable. Por ello, estos son algunos de los hábitos que no pueden faltar en un hogar:
• Hábitos alimenticios saludables.
• Buen hábito de sueño.
• Hábitos de higiene.
• Hábitos de orden.
• Hábito de hablar bajito.
• Quererse mucho y cada vez más!!
Cómo se pueden establecer hábitos de la mejor forma?
1. Escuchar a los niños para saber qué necesitan.
Se suelen dar consejos generales porque no todos funcionan para todos los niños. Cada uno de ellos es único, y por tanto, debemos escucharlos. Es posible que cada uno de ellos tenga su propio ritmo y su propia forma de ver el mundo, por lo que los hábitos y rutinas deben adecuarse a su personalidad.
2. Establecer rutinas según lo que buscamos.
La clave para que las rutinas funcionen para nosotros es buscar aquellas que adaptan al tipo de familia que queremos formar y a los valores sobre los que queremos sustentarla, rutinas sobre el amor y no el miedo.
3. Implementar las rutinas paso a paso.
La mejor forma para implementar las rutinas a los niños es hacerlo poco a poco, paso a paso, un día se pide que haga algo y al otro día otra cosa, etc.
4. Diálogo y comunicación activa.
Cuando los niños participan de una conversación familiar, en relación a pactar normas, se sienten más partícipes y por lo tanto más predispuestos a aceptarlas, sin olvidar que los que “mandan” son los padres.
5. Fomentar la colaboración en casa.
La colaboración y la responsabilidad son dos valores que debemos transmitir a los niños y que ayudan a que todos cumplan con las rutinas.
6. Enseñarles a los niños que empaticen con sus padres.
Si los niños se dan cuenta que para nosotros es importante el cumplimiento de hábitos, ellos van a comenzar a cumplirlos.
7. Los padres deben ser estables, pero flexibles.
Para que los niños cumplan con sus hábitos, debemos ser constantes y estables, sin embargo también podemos dejar cierto margen de flexibilidad.
8. Fomentar el hábito como un reto.
La idea es que motivemos a los niños a cumplir con los hábitos a través de desafíos.
Nunca es tarde para fomentar hábitos en los niños, siempre se deben hacer desde el amor y la afectividad, sin gritos y conversando.
Fomentar o volver a generar hábitos y rutinas, especialmente en estos tiempos de pandemia en que los niños se vieron obligados a experimentar cambios y que en algunos casos generó ansiedad y perdieron su tranquilidad, necesitan de sus padres que son la fuente de confianza y aprendizaje.
Silvia Lues Repetto
Psicopedagoga